En 2010 culmina un ciclo de apogeo para la diplomacia brasileña, último año del mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, con quien Brasil ganó un destacado lugar en la agenda internacional.El carismático ex obrero sindicalista de 64 años, que llegó a la presidencia de Brasil en 2003 e integró su diplomacia en un discurso de justicia social y en el empeño de llevar a los países pobres y emergentes a la mesa de debates internacionales, no podrá concurrir a un tercer mandato presidencial consecutivo y dejará el poder en 2011.Leia a matéria completa aqui
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